En este periodo tan delicado debemos cuidar especialmente la alimentación de la futura madre.
Las perras gestantes y en lactancia deben comer alimento de cachorro (puppy), hasta que se produzca el destete y la perra recupere su condición corporal normal.
Perras a las cuales durante la gestación se les ha administrado dietas de mala calidad,pueden parir cachorros enfermos y débiles. Las hembras alimentadas con un exceso de vitamina A se ha comprobado que producen malformaciones,alteraciones del SNC, calcinosis tisulares y supraventriculares.
El exceso de grasas en la alimentación materna se ha comprobado como causa de un aumento del glucógeno hepático en el cachorro.
El exceso de proteína en la dieta de la madre está relacionado con el “síndrome del cachorro nadador”que se observa principalmente en razas como el Buido,o Baste Hound,junto con un retraso en la mielinización,lo que ocasiona trastornos en el sistema nervioso,pues los impulsos eléctricos no se conducen con suficiente velocidad.
La hipovitaminosis K de la madre por una mala conservación del pienso,a una elevada temperatura,es causa de un síndorme hemorrágico en cachorros manifestado de diferentes formas y que producen su muerte.
En resumen,las perras necesitan muy poco alimento adicional durante los primeros dos tercios del período de gestación (5 a 6 semanas). Esto se debe a que los fetos no crecen mucho durante esta etapa ya que la mayor parte del crecimiento tiene lugar durante las últimas tres semanas.
En las últimas 3 semanas de gestación, el ingreso energético del animal se deberá incrementar en un 15% cada semana. En el momento del parto, la perra debe estar recibiendo alrededor de un 50% de alimento adicional con relación a su ingesta normal y como ya hemos citado anteriormente siempre alimentándole de forma correcta y con una dieta adecuada a sus necesidades y de calidad, evitando así posibles problemas y carencias tanto en ella como en los fetos.
de Luposan España Conrado Grandville (Notas) el jueves, 21 de febrero de 2013 a la(s) 16:50